Hace tres días terminé la famosa selectividad, todo el mundo daba ánimos, familiares, amigos y profesores, no es tan difícil era la frase que más había escuchado en esas semanas, mientras que no salí a de mi habitación, solo para dormir y comer.
Mi error y mi acierto fue creerme que no era tan difícil, error a causa de que en cierto modo iba confiado a hacer los exámenes, pero mi acierto se debe a que pensaba que había un cambio y que era posible que fuese diferente.
Y así fue diferente, caótico, lleno de nervios, no por mi parte, que también sino por el resto de compañeros no solo de mi instituto, de todos los institutos.
Comenzamos el primer día con Lengua e Historia, el primero no fue complicado, quizás la sintaxis fue un poco rebuscada pero nada que no fuese imposible en cambio historia resulto en general un desastre, nos cambiaron el temario a mitad de curso y la primera mitad estábamos dando palos de ciego los cuales fueron inútiles ya que no entraron la mitad de las cosas, para poner la guinda sobre el pastel entraron una serie de conceptos que no nos habíamos preparado con los profesores solo por nuestra cuenta, nos pedían sintetizar cosa que hicimos como pudimos y es que el problema de eso es que bien por los nervios o por otras causas en la síntesis se te podían olvidar datos que para el corrector son importantes pero para ti no lo son como podría ser el año de la batalla de San Quintín.
El segundo día fue el más calmado para mi, Inglés y Matemáticas fueron las asignaturas a las que nos enfrentamos, no soy un crack en inglés pero creo que me salió bastante bien y matemáticas más de lo mismo, pero no fue para todo el mundo así en la segunda asignatura, un fallo suponía tener todo el ejercicio mal y con la presión esos errores salieron.
El último día deseosos de terminar este sufrimiento y dejar los libros para dentro de 3 meses, Biología dio el pistoletazo de salida y fue relativamente fácil a pesar de que escogí la opción difícil, digamos que nos gustan los retos pero después llegó Química y con ello el desastre fue un examen demasiado difícil incluso el apartado "fácil" era difícil mi profesora tardó en hacer el ajuste por el método ion-electrón a si que nosotros no fuimos capaces y otros ejercicios estaban mal redactados por lo tanto de ese examen surgieron los llantos, la ira y la desesperación, fue un broche de mierda para un sistema nuevo también de mierda.
Todo eso de que es fácil, es mentira, al menos no esta nueva selectividad, noches sin dormir y días sin apenas comer por tener que estudiar como un animal, los nervios a flor de piel y un dolor de cabeza que no se iba jamás, nos jugamos todo a unos exámenes que no demuestran nada a mi parecer y es que esta EBAU tiene que cambiar al año que viene, esta situación no debería repetirse, estamos esperando nuestras notas y es que los nervios todavía no se han ido.
Espero que a los de la promoción 2017/18 os vaya mucho mejor, no me gustaría que nadie pasase por lo mismo que nosotros y recordad, esta selectividad nueva no es tan fácil.
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